martes, 6 de diciembre de 2011

El caballo peruano de paso y la tarea de los jueces

Cualquiera que sea el tipo de evento, el juez o jueces del mismo siempre resultan ser los villanos o los héroes de la jornada, dependiendo de quiénes se vean favorecidos o perjudicados con su fallo. Y es que por más que éstos se esfuercen nunca van a quedar todos conformes con sus decisiones.

La función de los jueces en un concurso de caballos de paso no es para nada fácil, deben evaluar muchos factores, dependiendo de los ejemplares o el premio. Características como el brío y temperamento, el aplomo, la elegancia y arrogancia del ejemplar, la soltura, elasticidad y armonía en sus desplazamientos, además de su belleza, deben ser evaluadas.

Claro, existe un Reglamento Único de Concursos del Caballo Peruano de Paso que enmarca los criterios de evaluación y, por lo tanto, es responsabilidad de los jueces cumplir y hacer respetar las disposiciones allí contenidas, sin embargo, mucho depende también del criterio personal de los jueces además de los gustos y preferencias de cada uno.

Muchas veces se hace complicado explicarle a los criadores y expositores los argumentos de evaluación, pues desde el centro de la pista se puede observar mucho mejor a los ejemplares que desde una tribuna. Además, es necesario que los criadores y expositores estén bien informados para que entiendan mejor las decisiones del jurado.

Lo que el aficionado no debe perder de vista es que los fallos son inapelables pues los jueces son la máxima autoridad en el campo de juzgamiento y han hecho los méritos suficientes para haber sido designados como tales.

Como se habrán dado cuenta, muchas veces el juzgamiento termina siendo una tarea ingrata pero debemos confiar en la capacidad y responsabilidad de nuestros jueces, quienes evalúan no solo con conocimiento técnico sino también con pasión.


Andrés Sánchez Alayo

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